VICENTA BLANCO
Nació
en la histórica ciudad de La Victoria el 8 de agosto de 1954 en el hospital Concepción Palacios de La Victoria. Sus padres Eusebia Blanco, quien aún vive y
Martín Colmenares Revete (+). Desde que
nació fue a vivir en Araiza y pasó toda su niñez junto a sus padres en la finca
"Mocundo" en Araiza, viviendo en carpas. Cuenta Vicenta que cada vez
que su papá se mudaba recogían la ropa en sacos, los montaban en las mulas y
buscaban un lugar nuevo donde hubiera agua para cultivar el conuco y así
sostenerse. En una de sus memorias recuerda que su papá se mudó para "San
tuque" y ahí no prosperaron con la agricultura, por la poca agua. Vivió en
Araiza su niñez y juventud y en la finca "Vizcaya" vivió 5 a 6 años.
Desde
niña trabajo con su familia como peones en la finca "Mocundo"
propiedad de Hortensia De Mejías mientras su mamá ayudaba a preparar la comida
y ella una niña de 8 años ayudaba en las labores y cultivar la tierra. Vicenta
nunca aprendió a leer y escribir, más si a narrar sus experiencias de vida a
sus hijos y vecinos. De su primer concubinato tuvo tres (3) hijos: Doris,
Williams y Ana y del último concubinato tuvo una (1) hija.
En
uno de sus relatos cuenta que en Araiza cultivaban verduras y café en las faldas
del cerro y en las Vegas del Río Tuy y la Quebrada de Araiza, en la montaña
criaban el ganado. En la casa grande que quedaba por los lados de "Las
Patillas", funcionaba una oficina donde llegaba los arrieros a descargar
la mercancía y pasarla a otros burro, ahí comían y descansaban y después
seguían en su viaje por el camino real hacia otras estaciones (Guayas o
Guayita). En la casona preparaban la comida para los peones y para los
arrieros, además de traer la leche para preparar el queso llanero, el cual, lo untaban con bosta de vaca para que no le
callera los gusanos y después de curado lo raspaban quedando el puro queso
llanero; lo que hoy en día lo conocemos como queso artesanal. Vicenta, se iba
con la Sra. Hortensia a revisar los linderos de la finca "Mocundo",
montadas en una mula cerro arriba, y en algunos puntos del lindero procedían
con una chícora romper la roca viva para colocar la cerca de púas. Comenta que
era como Candela cuando le daban a la roca para romperla.
Vicenta
se vino a vivir a Guayita a los 36 años cerca de sus hermanas y desde entonces
se quedó aportando conocimientos y narrando historias a sus nietos, bisnietos y
vecinos.
Queda
mucho que contar sobre la biografía de Vicenta Blanco.
MEMORIAS DE VICENTA
BLANCO
Por:
Abg. Ana María Rodrigues Macedo
Crònista
Comunal
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